jueves, 1 de enero de 2009

entrevista a manuela velasco


Tras el éxito de la película “REC” en el festival de Sitges y Oporto, Manuela Velasco presentó la película en el “Festival de Cine Fantástico de Bruselas (BIFFF)” donde el largometraje fue premiado con el “Cuervo de Plata” y la mención especial del jurado. Recostada en un sofá rojo, Manuela admite vivir uno de sus mejores momentos. Proviene de una familia con experiencia en el mundo de la interpretación y, aunque su popularidad se la deba a la televisión, ella siempre se ha considerado actriz.

Manuela describe el proyecto como lo más personal que ha realizado y que tanto ella como el resto del equipo son los primeros en sorprenderse. “Ni siquiera sabíamos si se iba a estrenar o no. Cuando realizas un trabajo sin ninguna expectativa, todo lo que viene a continuación se vive con una alegría inmensa”.

Durante el rodaje de la película, Manuela confiesa que sufrió mucho física y psíquicamente. “Menos el día que rodamos la secuencia con los bomberos, el resto fue fatigante: subir y bajar escaleras, los gritos, la tensión mantenida…”. La actriz explica que no es en absoluto una persona deportista. El segundo día de rodaje pensó que hasta ahí había llegado y que no iba a poder continuar. “A veces el desgaste era tal que, cuando me tenía que levantar de la cama, no podía ni mover las piernas”. Para desconectar de todo, Manuela tenía que ducharse, hacerse una infusión y ver un rato la tele. “Me tragaba toda la programación de madrugada”.

Al preguntarle si pasó miedo durante el rodaje, le es imposible no mencionar las escenas rodadas en nightshot. “No veía nada, absolutamente nada”, dice. “Muchas veces no sabíamos ni lo que iba a pasar. Eso era lo peor de todo”.
El largometraje, que transcurre dentro de un edificio, fue una experiencia que Manuela califica de positiva. “Cerrábamos la puerta y creábamos un mundo de terror”, describe. “Justo a lado del edificio había una zapatería. Coincidíamos con el horario del comercio y las dependientas no tenían ni idea de lo que hacíamos allí dentro. Sólo escuchaban gritos, golpes,…”. Hasta que el equipo les explicó que se trataba de un rodaje, llamaron varias veces a la policía. “Se llegaron a quejar porque la gente no entraba en la tienda por todos esos ruidos extraños”, cuenta entre risas.

Antes de obtener el papel principal en “REC”, Manuela tuvo que realizar múltiples pruebas en Barcelona. “Jaume y Paco estuvieron viendo a estupendas actrices, pero se dieron cuenta de que no funcionaban como reporteras”, explica la actriz. “Luego lo hicieron al revés, pero entonces la parte que no cuajaba era la de la interpretación. Ellos lo que querían es que la película fuera lo más realista posible y, para eso, necesitaban a una reportera de verdad”. Manuela es conocida gracias al mundo de la televisión por su intervención en muchas series de ficción y también en un famoso programa musical destinado al público más joven. Ella considera estar excesivamente “contaminada” por la pequeña pantalla y lamenta que la gente la vea como una niña buena y sonriente, aunque opina que es algo irremediable. “Si me pongo en el papel de los directores y pienso en alguna presentadora de televisión, yo tampoco le contrataría. No porque crea que son malas actrices, sino porque no las veo en el papel”. En ese sentido, Manuela cree que su popularidad televisiva ha sido una traba en su carrera profesional como actriz. “La gente tiene muchos prejuicios”, reconoce Manuela mientras baja la mirada y se enciende un cigarrillo, como si el tema le pusiera especialmente nerviosa. “Cuando se enteraron de que yo iba a interpretar el papel principal, muchas personas desconfiaron de mí. Ahora he aprendido que un mismo trabajo puede provocar los mayores halagos y rechazos a la vez”, argumenta Manuela. “Yo me quedo con las cuatro semanas que pasé en Barcelona con mis compañeros y con lo mucho que aprendí”, comenta. “Lo realmente importante es el trabajo que realizas cada día”.

Cuando Manuela vio la película por primera vez en Venecia, su interpretación le pareció horrorosa. “Sólo deseaba que la película no se estrenara y que, si se hacía, que no durara mucho”, explica la actriz. “Pensaba que la crítica me iba a machacar”. La siguiente experiencia fue Sitges y fue allí donde aprendió a ver la película. “Al comprobar que la gente se lo pasaba de puta madre durante la proyección, comprendí que la película funcionaba”.

Manuela se enciende otro cigarrillo mientras se recoge el pelo. Poco tiene que ver con las imágenes de glamour que se asocia a las actrices de éxito. Con unos vaqueros, deportivas y sudadera, resulta una chica sencilla y próxima. “Por mucho Goya o buena crítica que recibas, siempre se tiene miedo al rechazo”, admite. “Con el estreno de “REC” he tenido la oportunidad de cambiar de representante y ser un poco más selectiva con la ofertas que me van llegando. Por mí, lo haría todo, pero también hay que aprender a decir que no”, opina Manuela. Es inevitable pensar que ahora más que nunca, debido a la buena acogida del largometraje, le están lloviendo las ofertas del cielo. “Pero esto no es así para nada”, aclara. Manuela tiene claro que lo que más le gusta es la ficción. Sobre todo tiene ganas de hacer teatro. “Bueno, teatro y cine”, añade. “Me conformo con levantarme y sentirme orgullosa de mi trabajo”.

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